Que difícil se me hace estar escribiendo esto, desde
hace varias horas entiendo la necesidad de expresarlo pero no es como decirlo,
soy de los que escribe lo que pienso y ni edito ni borro, lo que sale es tal
cual, mas allá de que puede quedar bien o mal, es que no estoy preparado para
estas cosas y además siento una angustia tremenda.
Quiero decir que estaba al tanto de todo, sabía que
probablemente el desenlace final fuera este, pero uno siempre piensa que hasta
lo último siempre se debe de tener esperanza. El jueves 2 de setiembre cuando caía
la tarde llego el mensaje que no hubiese querido recibir jamás. Me queda algo
que no tiene explicación, y es una pregunta sin repuesta ¿porque la vida se
ensaño tanto con él?, una persona bien, jamás escuche hablar mal de él, jamás
molesto a nadie, jamás andaba hablando de nadie, jamás hizo un mal a alguien,
etc., etc,. Sin embargo la vida lo castigo tremendamente y él no se merecía
esto, primero fue el fallecimiento de Mary, un golpe muy duro, que el jamás lo
supero, a partir de allí nunca más fue el mismo, lo disimulaba lo mejor
posible, pero yo lo conocía bien y sé que eso nunca lo supero. Cuando llego el
momento de la jubilación, el retiro de las actividades laborales uno cree y
entiende que es para descansar, disfrutar y realizar las tareas que no se
pueden hacer cuando se está en actividad, es decir disfrutar todo lo que más se
pueda, sin embargo la salud fallo y vino la intervención quirúrgica del
corazón, la paso muy mal pero se pudo recuperar, cuando casi se podría decir
que andaba bastante bien, vino un acv y ahí otra vez al cti, la lucho y volvió
a su recuperación, quedaron secuelas pero dentro de todo estaba aceptablemente
bien, y ahora vino esto del cual no se pudo salir. Como se ve fue una tras otra
, golpes muy duros para alguien que se merecía otra cosa, estoy hablando de un
destino feliz, alguien me dijo son las cosas de la vida, no sé , yo no entiendo
y no le encuentro una repuesta, me parece que estoy en una nube, no encuentro
ninguna repuesta. Para mí personalmente es muy difícil todo esto, yo empecé
escuchándolo en mi casa y el destino quiso que a posterior fuera compañero de
trabajo, quiero que sepan que fueron más de 20 años trabajando juntos, es
inimaginable la cantidad de horas que compartimos, todos los sábados y domingos
en las trasmisiones de futbol, donde en su mayoría estábamos juntos y dentro de
ellas centenares de kilómetros viajando detrás de los clubes y las selecciones
de Maldonado, entre semana compartíamos programas deportivos reuniones de liga,
etc. yo siempre lo considere mi amigo, mi gran amigo, después de su retiro casi
todos los días hablábamos por teléfono, ese que ya no suena más, ese que ya no recibirá
mensajes de un número que dice “tiburón”, porque así lo había agendado , porque así le decía en forma de broma. Podría
seguir mil horas escribiendo, si habrán cosas para contar, historias, anécdotas,
etc., pero bueno el ya no está para leer , para contestarme, por eso me quedo
con lo que vivimos que fue mucho y disfrutable una cantidad de historias. Nada me
quedo sin decirle, recuerdo un artículo que escribe cuando se jubiló, que fue
titulado “el luchador dijo basta”, a principios del 2013, porque así fue el, un gran luchador de la
vida, porque reitero, casi todos los días hablábamos. Se fue mi amigo y me
queda un vacío que no se va a llenar jamás. Gracias Eduardo por tu amistad y
quédate tranquilo que dejaste el mejor de los recuerdos para todos, fuiste una
excelente persona, un gran padre y un gran abuelo.
Derlis Techera de León